miércoles, septiembre 09, 2009

Nasija, una historia verdadera

Nasija, Gran cortometraje de mi paisano Guillermo Ríos, elaborado para el día de la mujer, relata, a través de la historia de una joven africana, el maltrato físico y psicológico al que es sometida la mujer en algunas culturas de este continente, centrándose en una condena a muerte para la que el caso de Safiya Husseini, que dio la vuelta al mundo en 2002, fue clave, según el director.




Acaparó unos cuantos premios, donde destaca el de la mejor película contra la violencia y la intolerancia del XXII Festival Internacional de Cortometrajes de Berlín.

Espero sirve para seguir levantando todas esas conciencias apagadas.

2 comentarios:

lalo barra dijo...

Parece mentira que aún encontremos comportamientos así, y que, encima los utilicemos para conseguir premios... que barbaridad...pero lo peor es que tales comportamientos y parecidos, si obviamos la distancia, la cultuta, el marco social y religioso, los tenemos tan próximos a nosotros que precisamente por estar tan próximos ni los vemos.

Tu denucia y tu llamamiento, tu solicitud de cambio de conciencias, quedan realizados... yo me apunto...que tengamos suerte depende en que comencemos a poner orden en nuestra propia casa... y luego con nuestro ejemplo, tengamos la suficiente autoridad moral y ética que nos permita denunciar el de otras pueblo... claro que si en el intento logramos un "oso d oro", por mi parte lo dono para que sea utilizado como arma arrojadiza contra quienes atentan contra cualquier ser humano, sea hombre, mujer, niño, niña...moyor, joven... bisexual, hosexual...eterosexual...!Cuantas calificaciones y tipos de personas... ¿verdad?.

Unknown dijo...

La historia de Nasiya es una historia más en la vida de las mujeres africanas, lo vemos salvaje pero es su cultura, no lo diculpo ni mucho menos pero hasta que no haya uan revolucion de pensamiento esto seguirá pasando por desgracia, solo pienso la asociancion de colores con sucesos de su vida y se me ponen la piel de gallina, que miedo y que impotencia, que horror nacer mujer en un pais sin derechos